La agricultura moderna evoluciona en varias direcciones al mismo tiempo. Sin embargo, su principal objetivo es hacer uso de las nuevas tecnologías para el sector agrícola con el fin de aumentar el rendimiento de los cultivos mediante una mejor planificación y una gestión más inteligente.
La tecnología agrícola posee unas características que promueven métodos de cultivo más eficientes y sostenibles, ayudando a los agricultores a prosperar en la industria actual. Prácticas probadas, como la rotación de cultivos, y otras alejadas del campo, como la monitorización de la productividad de los campos mediante imágenes de satélite y programas informáticos específicos para la agricultura, forman parte de la tecnología agrícola encargada de lograr la viabilidad de esta práctica.

¿Qué Es La Tecnología Agrícola?

La tecnología agrícola, también conocida como “agritech“, abarca una amplia gama de disciplinas y dispositivos que mejoran la producción agrícola. La tecnología agrícola incluye vehículos, robótica, ordenadores, satélites, drones, dispositivos móviles y software. El uso de la tecnología de análisis de macrodatos e inteligencia artificial (IA) en la agricultura es también un ejemplo de cómo el sector agrícola se está adoptando los avances tecnológicos.
Los cambios en la agricultura y la gestión del campo durante las últimas décadas han sido revolucionarios. El empleo de nuevas tecnologías agrícolas y de vanguardia en la agricultura puede atribuirse gran parte del éxito reciente en la mejora de la gestión y el aumento de las cosechas.

Ventajas De La Tecnología Agrícola

La implantación de tecnología agrícola moderna es beneficiosa para todos los agentes de la cadena alimentaria agrícola. Gracias a su uso en la optimización y automatización de las operaciones agrícolas y las actividades de campo, los agricultores y propietarios de tierras pueden ahora ahorrar cantidades significativas de tiempo y esfuerzo.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo la agricultura se ha beneficiado de los avances en tecnología agrícola:

• Menor uso de agua, fertilizantes, pesticidas y otros insumos, que permite a los productores agrícolas reducir costes y conservar una mayor parte de sus beneficios.
• Prevención y reducción drástica de la cantidad de productos químicos vertidos a las masas de agua cercanas, con lo que las empresas disminuyen el impacto de la agricultura en el medioambiente y dan pasos hacia una mayor sostenibilidad;
• Aumento del rendimiento de los cultivos y reducción de la mano de obra;
• Simplificación y mejora de la comunicación y coordinación de los agricultores, agrónomos y otros trabajadores agrícolas en las tareas, mediante dispositivos móviles, aplicaciones o recursos web.
• Eliminación y reducción de las barreras de acceso a los seguros agrícolas y a los servicios financieros, así como a los datos tecnológicos y de mercado;
• Atenuación de los daños que puedan causar las plagas, las catástrofes naturales y las inclemencias meteorológicas en la agricultura con la ayuda de sistemas de monitorización asequibles y siempre activos.
• Aumento de los ingresos de las explotaciones agrícolas, gracias a la mejora de la calidad de los productos y al incremento de los controles de calidad;
• Reconocimiento a tiempo de deficiencias de nutrientes en las plantas y notificaciones para los productores agrícolas con el tipo y la cantidad de fertilizantes y otras aplicaciones de productos necesarias.
• Capacidad para prever posibles problemas en la explotación, gracias a la visualización de patrones y tendencias de producción obtenidos mediante el análisis de datos agrícolas actuales e históricos. Al estimar el rendimiento global de las cosechas, los productores pueden presupuestar con precisión la siguiente temporada de cultivo y prepararse mejor ante posibles emergencias.